Sanar la herida de Quirón en Géminis: "Recuperar la voz, expresar el alma"
- María Virginia Villamayor Dorotte
- 7 ago
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 5 sept
En astrología, Quirón representa una herida profunda del alma. Una herida que no siempre se cierra por completo, pero que; al ser comprendida, aceptada y trabajada, se transforma en medicina. Una medicina que primero sana en nosotros y luego en los demás.

Cuando Quirón está en Géminis, la herida se vincula con la comunicación, el pensamiento y la expresión personal. Puede que hayas sentido, desde niña, que no eras escuchada, que tus ideas no eran válidas, que tu voz no tenía lugar. Puede que hayas aprendido a callar, a contener, o incluso a dudar de tu propia inteligencia.
Mi historia con Quirón en Géminis
Yo, Vicky, tengo a Quirón en Géminis en mi carta natal. Por mucho tiempo, dudé de mi voz. Sentía que tenía tanto para decir… pero algo me detenía. Me autocensuraba, me comparaba, temía no ser suficiente o no encontrar las palabras justas. A veces hablaba con miedo, otras callaba con dolor.
Pero con el tiempo, la vida me llevó a caminar el puente entre el silencio y la palabra. Fui descubriendo que la herida que más dolía era también la puerta a un gran don: el de comunicar desde el alma, con amor y con empatía. Aprendí que mi voz no tenía que ser perfecta, solo tenía que ser auténtica.
Hoy, desde este lugar, guío a otras personas a conectar con su voz interior, a expresarse sin culpa, a hablar desde el corazón. Esa es mi medicina. Y es posible porque me animé a mirar de frente esa herida.
¿Qué significa Quirón en Géminis?
Si tenés a Quirón en Géminis, probablemente te resuenen algunas de estas vivencias:
Sentir que no te escuchan, que tu voz no importa.
Dudar de tu inteligencia o sentir que tus ideas no son lo bastante buenas.
Miedo a hablar en público o a compartir tu pensamiento.
Haber sido corregida o ridiculizada al expresarte en tu infancia.
Dificultades con el aprendizaje o experiencias escolares que dejaron huella.
Sentir que tenés “demasiadas cosas en la cabeza” y no sabés cómo ordenarlas.
Este tipo de herida no solo limita tu expresión verbal, también puede afectar tu confianza para crear, escribir, enseñar o simplemente comunicar lo que sentís.
¿Cómo podés comenzar a sanar esta herida?
1.
Escuchá tu voz interna
Date espacio para escribir, meditar o simplemente hablarte con ternura. Permitite expresarte sin juzgarte.
2.
Revisá tu historia
Volvé a esos momentos en los que sentiste que no te escuchaban o que hablar era peligroso. ¿Qué necesitabas decir y no pudiste? Honrá esa parte de vos.
3.
Dale valor a tu sabiduría
No necesitás tener “la verdad”. Lo que tenés para decir, desde tu experiencia, es valioso. La autenticidad es tu mayor fuerza.
4.
Usá tu voz como puente
Podés transformar tu voz en un canal de amor: escribir, cantar, compartir, enseñar. Cuanto más hablás desde el alma, más se disuelve la herida.
5.
Elegí espacios seguros
Buscá entornos donde puedas expresarte sin juicio: círculos de palabra, talleres de escritura, terapias con enfoque emocional o espiritual. Tu voz merece ser recibida. Yo cree el taller de escritura emocional combinado con la meditación. Y es y fue medicina...
6.
Jugá con el lenguaje
Explorá nuevas formas de decir: escribí cartas, grabá audios, inventá cuentos. Volvé a disfrutar el poder del lenguaje como juego y creación. Este tipo de juegos me enciende... he creado personajes, historias, cuentos que me han conectado con mi esencia. ¡Te invito a probarlo!
Afirmaciones para Quirón en Géminis
Repetí estas frases cada vez que sientas inseguridad al expresarte:
“Mi voz es medicina. Mi palabra tiene poder.”
“Lo que tengo para decir es importante y merece ser escuchado.”
“Me expreso con amor, sin necesidad de ser perfecta.”
“Honro mi sabiduría y la comparto con empatía.”
“Sanar mi voz es también sanar mi linaje.”
Ritual de palabra sanadora
Te propongo un pequeño ritual para reconectar con tu voz herida:
Encendé una vela blanca.
Escribí una carta a tu niña interior. Decile todo lo que no pudo decir cuando era pequeña. Dejá que hable sin filtros.
Leé esa carta en voz alta, con suavidad.
Agradecé por tu voz y repetí:
“Hoy me escucho. Hoy me permito hablar. Mi voz es luz y verdad.”
Lo he hecho más de una vez a este ritual y es un elixir de bienestar.
Sanar la herida de Quirón en Géminis no se trata de hablar más, sino de hablar desde un lugar más profundo y verdadero. De dejar de intentar “decir lo correcto” para empezar a decir lo real.
Hoy mi voz es mi herramienta de servicio. Y eso es posible porque antes me animé a mirarla, sostenerla y amarla tal como es.
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Con cariño,
Vicky Villamayor
Periodista del alma y guía de reconexión interior.