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Ejercicios para calmar la ansiedad y volver al cuerpo

La ansiedad puede aparecer en cualquier momento. A veces se manifiesta como una inquietud sutil, otras veces como un ataque repentino de pánico que paraliza.

Sentimos que el corazón se acelera, que el pecho se cierra, o tal vez una sensación de opresión en el tórax que no deja entrar el aire y duele, duele tanto que parece no haber salida.

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Pero sí la hay.

La salida está en volver al cuerpo, en anclarse al presente, en recordar que no sos tu mente acelerada ni tus sensaciones físicas.


Como instructora de meditación y guía de escritura emocional, acompañé a muchas personas (y a mí misma) en ese camino de bajar del torbellino mental al aquí y ahora. Por eso, en este artículo quiero compartirte ejercicios prácticos y efectivos para atravesar un pico de ansiedad o prevenirlo con conciencia.


1. Agua fría en el rostro: respuesta fisiológica inmediata


Una de las técnicas más rápidas para cortar un pico de ansiedad es aplicar agua helada en el rostro (o incluso sostener un cubito de hielo en las manos o mejillas). Yo hasta cierro los ojos y me lo paso por esa zona.

Esto activa el “reflejo de inmersión” del cuerpo, generando una respuesta parasimpática que baja el ritmo cardíaco y la tensión.


¿Cómo hacerlo?


  • Llená un bowl con agua bien fría (podés agregar hielo).

  • Sumergí tu rostro por unos segundos, o aplicá paño o esos geles fríos en la frente, rostro y cuello.

  • También podés frotar hielo entre tus manos durante 1 o 2 minutos mientras respirás.


2. Respiración 4-7-8: ancla a tu sistema nervioso (o 4-4-6*)


Esta técnica ayuda a reprogramar el sistema nervioso autónomo y reducir la ansiedad en pocos minutos.


¿Cómo hacerlo?


  • Inhalá profundo por la nariz durante 4 segundos

  • Retené el aire durante 7 segundos

  • Exhalá suave por la boca durante 8 segundos

    Repetilo de 3 a 5 veces.

    *Si te cuesta la respiración puede ser de 4-4-6


Esta respiración ayuda a calmar la mente, bajar el ritmo cardíaco y oxigenar el cerebro.


3. Balanceo corporal o “grounding en movimiento”


Cuando estás en ansiedad, es probable que estés fuera de tu eje corporal. El movimiento rítmico es una forma de volver.


¿Cómo hacerlo?


  • De pie, con los pies separados al ancho de las caderas

  • Empezá a mecer tu cuerpo suavemente hacia adelante y atrás, o en pequeños círculos

  • Sentí el contacto de las plantas de los pies con el suelo (se siente muy muy relajante)

  • Permití que ese ritmo te devuelva el equilibrio interno.


Esto activa el sistema vestibular y la propiocepción, lo cual regula el sistema nervioso.


4. Meditación del cuerpo presente


Una de las prácticas que más me ayuda a diario es meditar para habitar mi cuerpo, en lugar de quedar atrapada en la mente.


Práctica rápida:


  • Sentate o recostate en un lugar seguro

  • Cerrá los ojos y llevá la atención al cuerpo: sentí el peso, la temperatura, el contacto con el suelo

  • Observá sin juicio las sensaciones

  • Respirá llevando el aire al pecho, luego al abdomen, luego a todo el cuerpo.


Esta observación amorosa te devuelve a la presencia encarnada.


5. Escritura emocional: descarga consciente


Escribir lo que sentís te ayuda a desarmar el nudo mental y liberar la emoción.


¿Cómo hacerlo?


  • Tomá un cuaderno y escribí sin filtro por 5 minutos

  • Podés comenzar con: “En este momento siento…”

  • Permitite poner palabras al miedo, al enojo, a la tristeza, no guardes; saca limpia y dale un espacio y un valor a cada acción o situación .


La escritura emocional es una herramienta de liberación profunda. No resuelve todo, pero sí acompaña a procesar sin retener.


Consejo extra: creá tu propio kit de anclaje


Podés tener a mano un pequeño “botiquín emocional”:


  • Una piedra (como la selenita o turmalina)

  • Un aceite esencial (lavanda o naranja)

  • Una afirmación escrita

  • Un recordatorio físico de que esto también va a pasar


Y porque soy fan de las afirmaciones aquí te dejo:


Afirmación para momentos de ansiedad:

“Yo no soy mi miedo. Estoy presente, estoy a salvo. Puedo volver a mí.”

No se trata de evitar la ansiedad a toda costa, sino de aprender a atravesarla con herramientas reales, desde el cuerpo, desde la conciencia, desde el amor.


Cada vez que te anclás en el presente, aunque sea por unos segundos, estás enseñándole a tu sistema nervioso que hay otra forma. Y eso, querida, querido, ya es una medicina.


Si necesitás acompañamiento más profundo, te invito a mis talleres de escritura emocional y meditación, donde trabajamos estas herramientas en comunidad.


Con cariño,

Vicky Villamayor.

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