Júpiter en Cáncer: tiempo de volver al corazón

María Virginia Villamayor Dorotte
13 jun
2 Min. de lectura

Hoy quiero contarte que estamos atravesando un tránsito muy especial: Júpiter está en Cáncer, y esto no es un detalle menor. Es un momento cósmico que nos invita a volver al corazón, al hogar interno, y a sanar lo que aún duele en lo profundo.

Cáncer es el signo de la madre, de la infancia, de las raíces. Y Júpiter, el planeta de la expansión, la abundancia y el aprendizaje, viene a iluminar esos rincones de nuestra historia que a veces evitamos mirar… pero que están pidiendo ternura.

¿Qué significa este tránsito para vos?

Es tiempo de sanar tu niña/o interior.

Podés sentirte más sensible, con recuerdos del pasado que regresan. No es casual: el universo está diciéndote que es momento de abrazarte como nunca antes. De ser vos misma/o quien se da la contención que quizás no recibió en otro momento.

Volver al hogar, habitarlo con amor.

Y no hablo solo del lugar físico, sino del refugio que sos para vos misma/o. Este es un buen momento para hacer limpieza energética, crear rincones de calma, rodearte de objetos y aromas que te conecten con la paz.

Escuchar tu intuición.

Cáncer es un signo lunar y profundo. Con Júpiter ahí, la intuición se potencia. Tus sueños pueden ser más reveladores, tus emociones más sabias. Si sentís algo en el pecho… escuchalo.

Maternarte, aunque no tengas hijos.

Todas llevamos una madre interna. Y este tránsito nos invita a nutrirnos: con comida casera, con descanso, con amor propio, con silencio, con rituales suaves. Recordá: una mujer que se cuida, cría paz alrededor.

Llorar también es parte del proceso.

Este Júpiter nos enseña que la expansión no siempre es hacia afuera. A veces es hacia adentro. Y que para florecer, también necesitamos regar lo seco con lágrimas sinceras. Llora amiga/o, llora y limpia.

¿Cómo aprovechar esta energía?

Prendé una vela blanca cada noche (o cuando puedas) y agradecé por tu linaje materno.
Escribí una carta a tu niña/o interior, perdoná, abrazá, decile lo que le hubiese hecho bien escuchar.
Usá cristales como cuarzo rosa, piedra luna o selenita.
Descargá esta meditación de Chamanauy y regalate unos minutos de calma.
Hacé una lista de cosas que te hacen sentir protegida/o… y practicá al menos una cada día.